¿Él ya no te toca como antes? Estas podrían ser las razones.
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A veces ocurre: tienes una vida sexual satisfactoria.
Activa y frecuente con tu
pareja, pero de la noche a la mañana, él comienza a rehuir el contacto contigo.
Incluso, puede ser que te diga que no tiene ganas de tener relaciones sexuales
contigo.
A continuación le presentamos como ¿Él ya no te toca como antes? Estas podrían ser las razones. en el siguiente video:
Mira
el siguiente vídeo completo.
Las señales de alarma se
encienden. Piensas que ha perdido el interés en ti o que podría tener una
relación con alguna otra persona.
Pero ¿esas son las únicas
opciones?
Motivos
Culturalmente se entiende que
el hombre “siempre debe tener ganas”, por eso es muy llamativo cuando dice
“no”.
Si el sexo disminuye
drásticamente o desaparece en una pareja, es necesario saber qué está
ocurriendo.
Puede ocurrir que él no esté
satisfecho con la relación. Muchas personas no experimentan deseo sexual si no
se sienten bien con respecto a la relación. Quizás este enojado contigo por
algo puntual o signifique algo más de fondo, pero sea cual sea el motivo, hace
que por su mente no pase el sexo. La única alternativa a esto es preguntar qué
está ocurriendo.
Quizás él esté pasando por algún inconveniente físico que le ocasiones
incomodidad o dolor y el consiguiente displacer en la relación sexual. Ante
esto, es lógico que rehuya el contacto físico
A veces se circunscribe el sexo a lo que ocurre en la cama, pero de hecho el
encuentro sexual se favorece y puede comenzar mucho antes. Los preliminares,
los besos, los roces, hasta los mensajes subidos de tono en el celular,
propician el encuentro sexual. El contacto físico demuestra que la atracción
sigue presente, por lo que es imprescindible conservarlos.
Tomarse de la mano, un masaje
en el cuello, unos mimos, son señales de cariño que predisponen al sexo
posterior.
El cansancio sí existe y
muchas veces no es una simple excusa. El agotamiento físico y puede aparecer en
determinadas circunstancias: un momentáneo aumento de carga laboral, una comida
inadecuada, un insuficiente descanso, son posibles causas. Por supuesto, una
persona cansada no tendrá predisposición para el sexo.
A veces, el aburrimiento llega a la pareja y hace que disminuya la frecuencia y
la calidad de los encuentros sexuales. Puede ocurrir por el desgaste, casi
lógico, pero también por una incapacidad entre ambos de acompañar el desarrollo
personal. Lamentablemente, muchas veces ocurre que la falta de diálogo lleve a
que dos personas, que están juntas por muchos años, pasen a ser dos perfectos
extraños, porque no comparten realmente su vida. En esas condiciones, no es
raro que el sexo se resienta.
La solución para esto es un “volver a conocerse”, un “reenamorarse”, reconociendo
que las personas cambian y asumiendo ese cambio, por el bien de la relación.
Así como tú a veces
experimentas inseguridades sobre tu cuerpo, lo que afecta tu autoestima y tu
deseo de relaciones íntimas, él también puede atravesar una situación similar.
El paso de los años trae inevitables cambios físicos y muchas personas se ven
afectadas profundamente ante ellos.
Los hombres atraviesan una etapa similar a la menopausia, con síntomas
similares, denominada andropausia. A medida que pasan los años, es posible que
experimenten una disminución del deseo sexual, aunque no tantos cambios
corporales como en las mujeres.
Cuando un hombre se hace adicto a la pornografía, puede llegar a afectar la
relación de pareja, porque pasa a ser el centro de su deseo sexual y pasa a
preferirlo al encuentro íntimo con su pareja. Lo mismo ocurre con los hombres
que se vuelven adictos a la masturbación: puede ser que con el tiempo prefieran
esa actividad a un encuentro con una mujer.
Un problema físico puede estar
detrás de una disminución del deseo sexual. Por ejemplo, un bajo nivel de
testosterona puede causarlo y normalmente se acompaña de un bajo estado de
ánimo, fatiga, pérdida de masa muscular y hasta disfunción eréctil.
Puede parecer hasta risible, pero las personas con alergias estacionales sufren
una disminución marcada del deseo sexual cuando los síntomas se presentan. Y no
parece nada extraño: los ojos llorosos y secreciones nasales no son los
complementos adecuados para un encuentro íntimo.
Cómo solucionar el problema
Si el sexo se ha vuelto
infrecuente o inexistente en tu pareja, estas son algunas soluciones que puedes
implementar.
-Hablen sinceramente sobre sus
necesidades y sentimientos, ese es el punto de partida y lo más importante.
Ningún problema y mucho menos de índole sexual, se soluciona si no existe
comunicación.
-Ponte de su lado, trata de
entender cómo las circunstancias de su vida le están afectando. Comprensión y
apoyo son palabras clave en este punto.
-No acoses a tu pareja,
sedúcelo. Las exigencias hacia una persona que no muestra interés en el sexo pueden
desembocar en un mayor alejamiento. Tú debes saber qué es lo que le gusta y a
lo que no le va a decir “no”, ese puede ser el punto de partida para un
reavivamiento de la pasión.
-A veces, es bueno tomarse las
cosas casi como un juego. Por ejemplo, pueden turnarse en cuanto a quién toma
la iniciativa cada vez e incluso con formas diferentes.
-Cuando existen desbalances
entre uno y otro en cuanto a las ganas de tener relaciones, puede llevar a la
frustración en quien experimenta mayor deseo. Para evitarlo, es necesario
buscar una forma intermedia de intimidad que les permita una satisfacción a
ambos.
El punto central de todo es la
comunicación: la charla clara y sincera es el punto de partida ineludible para
solucionar cualquier inconveniente.
Ramón Psicólogo
Enamorando. Me
@enamorandomeFP
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